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lunes, 15 de octubre de 2012

El jugo de trigo germinado es un guardián de nuestra salud increíble y lo más maravilloso es que su elaboración o preparación no es muy difícil.


Del jugo o zumo de trigo germinado sólo se oyen nada más que maravillas.
Cada vez hay más médicos y profesionales que lo aconsejan a sus pacientes ya que nutre y depura nuestro organismo al mismo tiempo.
Es ese el "secreto" de porque se recomienda en cualquier enfermedad. Por supuesto cuanto más grave es la enfermedad más necesitamos de alimentos que nos aporten muchos nutrientes pero que no dejen residuos en nuestro maltrecho organismo.
Hemos de tener en cuenta que es rico en proteínas (contiene 16 aminoácidos), vitaminas y minerales.
Además es muy curiosa su similitud con la sangre humana. Una de las únicas diferencias entre la clorofila y la hemoglobina es que la molécula de clorofila contiene magnesio como núcleo central, mientras que la hemoglobina contiene hierro.
Su riqueza en clorofila ayuda a eliminar toxinas de nuestro organismo. Algunas personas con fuerte olor corporal observan que a las pocas semanas de tomarlo ha desaparecido ese olor.
Médicos y científicos de todo el mundo lo recomiendan en enfermedades tan diversas como Anemias, Cáncer, Diabetes, Fatiga crónica o simplemente estreñimiento.
No pretendemos decir que vale para curarlo todo sino simplemente que puede ser un buen aliado ante la enfermedad.


Hay países en los que es posible encontrar este jugo ya preparado, bien líquido o bien en comprimidos o cápsulas (podéis preguntar en vuestro herbolario) Lo más lógico es que no lo encontréis fácilmente así que vamos a daros la receta.
En primer lugar obtendremos el germinado de trigo.
Lo que haremos es que el germinado o pasto de trigo lo dejaremos hasta que alcance unos 10 - 12 centímetros. Si lo vamos dejando a ratos al sol se pondrá más verde y obtendremos más nutrientes. Cuidad que no se seque.
Al ser muy fibroso no se puede licuar así que para obtener el jugo lo mejor es molerlo en un mortero de piedra. Podemos exprimir esa pasta resultante en una gasa.
Hay personas que prefieren masticarlo mucho, beber el juguito que sale y después desechar la fibra que queda.

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